Mientras disfrutas esa bocanada de humo de cigarro, la señal alerta se enciende en tu cuerpo.
El cigarro no solo afecta las vías respiratorias, los pulmones, el corazón y el sistema circulatorio, también daña al cerebro.
En el corto plazo se ha comprobado que la nicotina, principal agente psicoactivo del cigarro, incrementa los procesos de atención y memoria.
Esto es una de las principales causas que los fumadores señalan cuando se les cuestiona por qué fuman, se asocia con el aumento en la atención que el cigarro les brinda, o simplemente fuman para reducir la ansiedad.
Fumar envejece nuestro cerebro, así como nuestro funcionamiento mental es por eso que los fumadores presentan muy a menudo infartos cerebrales.
Esto probablemente está asociado con el hecho de que el cigarro afecta el funcionamiento cardiovascular y pulmonar, lo que a su vez afecta la oxigenación de las células cerebrales.
Se ha dicho que el tabaquismo es la principal causa de muerte prematura entre los 30 y los 69 años, pero, los fumadores que logren sobrevivir se enfrentarán a un alto riesgo de desarrollar un deterioro cognitivo clínicamente significativo.
El tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de la demencia vascular, de Alzheimer y otros procesos neurodegenerativos.
Sin embargo, diversos estudios se han enfocado en determinar los efectos negativos de la nicotina a largo plazo.
Se ha encontrado que fumar acelera los procesos de deterioro en la atención y en la memoria en comparación con individuos no fumadores.
En pruebas de laboratorio se comprobó que los fumadores redujeron su velocidad psicomotora y su flexibilidad cognitiva en comparación con los no fumadores, lo que equivale al efecto de tener de 3.5 a 4.5 años más de vida.
En pocas palabras fumar envejece nuestro cerebro y nuestro funcionamiento mental.
No hay comentarios.
Publicar un comentario