La gente ha disfrutado de la goma de mascar desde mucho antes de la existencia de cualquier marca comercial. Nuestros antepasados neolíticos masticaba goma hecha de brea y corteza de abedul.
Otras culturas, como los antiguos griegos y los indios americanos, también masticaban goma con sustancias basadas en resinas y otros residuos de árboles, pastos y otras plantas.
La parafina fue otra base de goma popular, aunque no podría ser masticada hasta ser calentada y humedecida en la boca.
La goma de mascar moderna nació en la década de 1860, cuando una sustancia llamada chicle fue desarrollada.
El chicle es traído originalmente de México como un sustituto de goma y se extrae de un árbol de hoja perenne tropical llamado Manilkara zapota de la misma manera que el látex se extrae de un árbol de caucho.
El chicle se hizo más popular que las gomas a base de resinas, porque era más suave, y su sabor duraba por más tiempo.
Ahora, la mayoría de las gomas de mascar se hacen a partir de bases sintéticas porque son más baratas y más fáciles de obtener.
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