Los seres humanos se basan en modelos informáticos y sensores delicados para predecir terremotos. Otros animales, al parecer, aprovechan algunas herramientas sensoriales más primitivas.
Por ejemplo el enorme y mortal terremoto que azotó China en mayo de 2008. En los días previos del terremoto, miles de sapos saltaban por las calles en una de las provincias que sufrió el más duro golpe.
Y en las horas justo antes del terremoto, los animales del zoológico comenzaron a actuar extrañamente.
Las cebras se golpeaban la cabeza contra las puertas en el zoológico de Wuhan, a más de 600 millas al este del epicentro.
Los elefantes movían sus trompas salvajemente, casi golpeando a los empleados del zoológico.
Los leones y tigres, que normalmente estarían dormidos al mediodía, estaban caminando inquietamente. Cinco minutos antes del terremoto, decenas de pavos reales comenzaron a chillar sin control.
¿Hay alguna evidencia de que estos animales, en realidad puedan predecir un terremoto?
Hasta ahora, no hay manera confiable.
Sin embargo, hay varias razones posibles para este comportamiento. Lo más probable es que el movimiento de las rocas subterráneas antes de un terremoto genere una señal eléctrica que algunos animales pueden percibir.
Otra teoría sostiene que otros animales pueden sentir los choques débiles antes de un terremoto que son imperceptibles para los seres humanos.
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