Los Vikingos esta antigua raza se cree que descubrieron América del Norte cientos de años antes que Cristóbal Colón.
Ahora algunos estudios han demostrado que un cristal, llamado espato de Islandia, puede detectar el sol con una precisión de un grado ,esto permitía a la gente vikinga navegar miles de kilómetros en los días nublados y durante los cortos días nórdicos.
El Dr. Ropars Guy, de la Universidad de Rennes, y sus colegas comentaron que "una precisión de unos pocos grados puede ser alcanzada", incluso cuando el sol estaba por debajo del horizonte.
Un espato de Islandia, que es transparente y está hecho de calcita, fue encontrado en los restos del naufragio de un barco isabelino hace treinta años en la costa de Alderney, en las Islas del Canal después de que se hundió en 1592, sólo cuatro años después de la derrota de la Armada Española.
Una leyenda vikinga habla de una piedra del sol o la enigmática sólarsteinn que, cuando se levantó hacia el cielo, puso de manifiesto la posición del sol, incluso en días nublados o por debajo del horizonte, revela el estudio.
Una saga islandesa describe cómo, durante el tiempo nublado, el rey Olaf Sigurd consultado sobre la ubicación del sol. "Agarró una piedra del sol, miró al cielo y vio de donde vino la luz, con la que supuso la posición del Sol invisible"
Las rutas de los vikingos en el Atlántico Norte fueron a menudo objeto de una densa niebla y la piedra también podría ser utilizada para localizar el sol en días muy nublados.
Los investigadores dijeron que las piedras del sol podrían haber ayudado a los vikingos en su navegación desde Noruega a América antes del descubrimiento de la brújula en Europa.
El truco es que la luz proveniente de 90 grados frente al sol se polariza por lo que incluso cuando el sol está por debajo del horizonte, es posible decir dónde se encuentra.
Se utiliza la doble refracción de la calcita para localizar el sol girando los cristales hasta que ambos lados de la doble imagen son de igual intensidad.
La navegación se basaba en tablas que muestran la posición del sol en el cielo en diferentes momentos del año, antes de que el uso de la brújula por los europeos, alrededor del siglo 12.
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