viernes, abril 29, 2011
Alejandro Magno, El creador del Helenismo
Alejandro Magno (356-323 a. C.) nació en Macedonia, un reino montañoso en el norte de Grecia, y fue educado por el famoso maestro ateniense Aristóteles. Su padre, el rey Filipo II, había enriquecido su reino con las ciudades-estado griegas, incluida Atenas. Alejandro heredó la corona a los 20 años, al ser asesinado su padre en un teatro.
Como rey, Alejandro sobrepasó a su padre en tanto que artífice de una increíble sucesión de conquistas. Creó un imperio sobre la mayor parte del mundo mediterráneo de su tiempo, sometiendo a sus ejércitos, a partir de Macedonia, Grecia, Siria, Egipto, Mesopotamia y Persia.
En 330 a. C, seis años después de acceder al trono, derrotó a Darío, el rey de Persia. Con el tiempo, extendería su imperio hasta India. Su reinado acabó de forma abrupta al morir en Babilonia a los 33 años de edad.
El imperio que había creado se lo repartieron sus oficiales, pero siguió en pie durante cientos de años hasta ser conquistado por los romanos.
En su avance, Alejandro y sus tropas se toparon con nuevas civilizaciones de costumbres diferentes.
En lugar de destruir sus culturas, los griegos las absorbieron. Así emergió una nueva cultura híbrida, conocida como helenismo.
Por primera vez en la historia, una gran parte del sureste de Europa y de Oriente Próximo compartían lengua y base cultural. El griego continuó siendo la lingua franca del mundo antiguo durante siglos; los libros del Nuevo Testamento se escribieron en este idioma.
El fermento cultural que extendieron las tropas de Alejandro continúa siendo tal vez su legado más importante a la posteridad.
Alejandro sigue despertando un gran interés hoy en día. Los historiadores contemporáneos han continuado investigando sobre su despiadada forma de dirigir sus ejércitos, su amor por los caballos, sus estudios filosóficos e incluso, más recientemente, su orientación sexual.
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