La fecha 5 de septiembre de 1983 y con guerra fría en su máximo esplendor, un avión coreano de pasajeros fue derribado sobre territorio soviético.
El entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, se refirió a la URSS como un 'imperio del mal'. El líder soviético Yuri Andropov ordenó al ejército que estuviera preparado para la guerra.
En la noche del 26 de septiembre Stanislav Petrov, teniente coronel de la Fuerza Aérea Soviética, se hallaba de guardia en el búnker Serphukov 15 de Moscú, donde se alojaba el sistema de alerta temprana de ataques nucleares.
Los detectores automáticos reportaron la inminente llegada de un misil balístico intercontinental contra la URSS. Petrov consideró que podía tratarse de una falsa alarma, pues un eventual ataque se haría con decenas de estas armas. En los minutos siguientes se detectaron otros cuatro misiles, sin embargo Petrov mantuvo su convicción de que se trataba de un error. El ataque nunca llegó.
Si Petrov hubiera considerado correctas las detecciones, se habría desencadenado un ataque soviético contra E.U., iniciando la guerra nuclear. Su prudencia salvó al mundo. Pero sus superiores lo acusaron de violar los protocolos y, aunque no se le castigó, su carrera se vio interrumpida. No se supo del episodio hasta la caída del régimen comunista. En 2006 Petrov recibió un homenaje en la sede de la ONU, en Nueva York. |
Fuente: Artículo 'The Man Who Saved the World Finally Recognized
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