El número de tortugas varadas en estas playas es el doble del que los científicos y voluntarios ven normalmente
Las moscas vuelan por todas partes y el hedor es abrumante mientras la bióloga Lyndsey Howell se detiene a analizar los restos de una tortuga en peligro de extinción que trajo la marea del Golfo de México.
"Ha estado en la playa desde hace tiempo", comentó Howell mientras le daba la vuelta al caparazón putrefacto.
Más de 30 tortugas han sido encontradas muertas durante abril en Galveston y la Península Bolívar, al sur de Houston, un número inusualmente elevado que tiene intrigado a los investigadores, pues la mayoría están tan descompuestas que pocas son las pistas disponibles sobre la causa de su muerte.
El número de tortugas varadas en estas playas es el doble del que los científicos y voluntarios ven normalmente al comenzar la temporada de desove en abril, dijo Howell, que patrulla las playas por encargo de la Administración Oceánica y Atmosférica, NOAA por sus siglas en inglés.
De las 35 tortugas encontradas, todas menos tres estaban muertas. Treinta y tres eran de la especie Kemp ridleys, en peligro de extinción que los investigadores intentan rehabilitar desde hace décadas.
Muchas de las tortugas perecen tener heridas causadas por las hélices de las embarcaciones, otras quedaron atrapadas en las redes de pescar y otras en sedales de pesca, dijo Howell. Unas más tenían parásitos o un peso demasiado bajo.
El aumento en el número de muertes ocurre cuando las tortugas se acercan a la costa de Texas, afirmó Roger Zimmerman, director del laboratorio marino del NOAA en Galveston.
"Históricamente, el número crece en esta época del año. ... se tratan de unas cuantas más de lo que calculamos normalmente", dijo Zimmerman. "Estamos preocupados y seguiremos vigilando la situación".
Otro de los factores determinantes en la muerte de las tortugas es la pesca de camarón. Por ley los pescadores deben tener redes que permitan escapar a las tortugas de ellas, pero muchos se resisten a pagar 800 dólares para contar con este equipo y prefieren arriesgarse a ser multados por no tenerlo.
Además, los investigadores vigilan el enorme derrame de crudo frente a la costa de Louisiana. Si el derrame se dirige hacia el Golfo de Texas, lo que de momento no ha sido pronosticado, muchas de las tortugas de Kemp que acuden a desovar quedaría afectadas. En 1979, tras un derrame cerca de la costa de México, las tortugas de Kemp fueron trasladadas por aire a aguas más limpias.
No hay comentarios.
Publicar un comentario