Un féretro de cartón y resinas, con asas de cuerda de algodón y que semeja un capullo fue diseñado en la Universidad Iberoamericana como una opción viable ante la falta de espacios en los panteones.
El ataúd ecológico se puede quemar junto con el cuerpo, si la familia opta por incinerarlo, o bien, se puede depositar en una sencilla fosa sin cemento para que se desintegre en unos cuantos meses, explicó Karina Sandoval, creadora del dispositivo.
El costo promedio es de 4 mil pesos, pero se está buscando la forma de reducir más el precio, añadió la joven en un comunicado de la Universidad Iberoamericana.
Sería la solución al problema de la falta de espacios para enterrar a los muertos, principalmente en el Distrito Federal, donde al día pierden la vida un promedio de 140 personas.
La falta de espacios llevó hace 32 años a cancelar la perpetuidad en los panteones y si bien en el País hay cementerios privados, en los públicos la familia tiene que exhumar a su muerto adulto apenas cumpla 6 años con un día de enterrado y al niño en cuanto cumpla 5 años, para así liberar el espacio
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