A pesar de ser este uno de los casos de vampirismo mejor documentados de esa época, no existe testimonio escrito de lo que las supuestas victimas del ataque vampírico vieron al ser atacadas. Además aunque sea cierto todo lo que
se cuenta en los informes escritos por el grupo que desenterró el cadáver de Arnold Paole existen hipótesis medicas que rebaten todas las supuestas características propias de un vampiro en su cadáver, como el crecimiento de uñas, o la sangre brotando de los orificios.
Arnold Paole fue un soldado Serbio que vivió a principios del siglo XVIII. Paole sostenía que mientras estuvo destinado en Gosswa, fue atacado por un vampiro. La gente de esa zona creía que la única manera de librarse de la influencia Vampírica era comer algo de tierra de su tumba y rociarse de la sangre del vampiro. Paole sostenía haber practicado el rito.
Aparentemente el método debió funcionar y Paole pudo regresar a su hogar en 1727; Sin embargo murió al poco tiempo de una caída desde gran altura, y fue enterrado. Al poco tiempo de morir Paole empezaron a circular rumores de ataques nocturnos y en poco tiempo 4 personas del pueblo murieron repentinamente.
La gente del pueblo empezó a tener miedo del posible caso de vampirismo y decidieron desenterrar el cuerpo de Paole. Formaron un grupo de dos oficiales militares, dos cirujanos del ejército, y un sacerdote de la iglesia local para investigar en la tumba de Paole. Cuando el grupo exhumo el cuerpo, encontraron el cadáver fresco. No había descomposición del cuerpo de ningún tipo, y de hecho la vieja piel y uñas se había caído, y habían crecido nuevos para en su lugar. Además la sangre fresca fluía de sus orificios corporales. Cuando un miembro del grupo clavo una estaca en el cuerpo, gritó y la sangre fresca broto de la herida. El grupo entonces arrojo ajo alrededor del restos de Paole, e hizo igual a cada uno de los sepulcros de las victimas de Paole.
Algunos años después, otra epidemia surgió repentinamente y se procedió a hacer una nueva investigación en el cementerio. En un informe de dicha investigación se mantiene que se exhumaron por lo menos 16 vampiros de sus tumbas. Todos los descendientes de Paole parecían tener las mismas características que el. Además estos nuevos vampiros llevaban enterrados aproximadamente el mismo tiempo que Paole cuando empezó a atacar. 4 de los vampiros eran niños, y tres estaban enterrados con sus madres.
La pregunta sobre si Arnold Paole era o no un verdadero vampiro queda todavía
sin contestar. Pero bueno, casi 300 años después todavía no podemos afirmar ni negar nada.
Clara de Geisslerin (La novia del Diablo)
La alemana Clara de Geisslerin fue acusada de mantener relaciones sexuales con tres demonios quienes, aburridos de asesinar a tantos cristianos, se dedicaban a desenterrar cadáveres de niños para chuparles la sangre.
Los hechos ocurrían en el siglo XVI. Cuando se le arresto, la condenaron a sufrir la tortura de la rueda: piernas y pies se le encerraron en fundas de hierro y se le comprimieron hasta reducirlos a pulpa.
Durante las horas de tortura, Clara confesaba los cargos: había dado muerte a mucha gente casi sesenta personas y bebido la sangre de niños; se reunía con otras brujas; tuvo cerca de ella un demonio con forma de gato, y había rondado por los tejados de la aldea adoptando, ella también la apariencia de un gato.
Cuando la bajaban de la rueda, la Geisslerin negaba las acusaciones, para volverlas a aceptar en el tormento. Fue un largo juego de resistencia. Los jueces aumentaron el grado de tortura, a tal punto que Clara acabo por admitir que durante los últimos cuarenta años había fornicado con incontable numero de diablos que la habían visitado en forma de gatos, perros, pulgas y gusanos. Dijo que había asesinado a unos 240 personas. Que de sus amores infernales habían nacido diecisiete hijos a los que había matado para comérselos después.
Contó que había provocado tormentas e incendiado casas y que, en una ocasión, había querido incluso incendiar toda la aldea.
A medida que la torturaban, la vampira De Geisslerin iba perdiendo las fuerzas, y tan pronto la soltaron de la rueda, cayo sin vida al piso.
El veredicto de los jueces fue que Clara de Geisslerin había sido estrangulada por el demonio para que no continuara hablando ni siguiera revelando sus secretos infernales.
jueves, marzo 18, 2010
Vampirismo del siglo XVIII
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