Pintar de blanco todos los techos de todas las ciudades del mundo podría enfriar significativamente las temperaturas en las áreas urbanas y ayudar a aliviar el impacto del calentamiento global, según un estudio.
Si bien es considerada extravagante por algunos críticos, la idea fue respaldada el año pasado por el secretario de Energía de Estados Unidos, Stephen Chu, un Premio Nobel en Física.
En tanto, estudios de científicos del Centro Nacional para la Investigación Climática de Estados Unidos indicaron que la propuesta tenía sus posibilidades.
"Nuestro estudio demuestra que los techos blancos, al menos en teoría, pueden ser un método efectivo para reducir el calentamiento urbano", dijo Keith Oleson, el jefe del estudio, en un comunicado.
"Aún resta por ver si es posible en la actualidad que las ciudades pinten sus techos de blanco, pero la idea ciertamente se asegura una mayor investigación", agregó.
El cambio climático golpea más fuerte a las ciudades que a las zonas rurales porque las urbes, con su asfalto oscuro y sus techos recubiertos con alquitrán, absorben el calor del Sol.
Esto crea las llamadas "islas de calor", donde la temperatura es entre 1 y 3 grados centígrados mayor que en las áreas rurales.
Los investigadores utilizaron un modelo por computadora para simular cuánta radiación solar absorben las superficies urbanas, y determinaron que, si todos los techos de las ciudades fueran pintados de blanco, el efecto de las "islas de calor" se podría reducir en un 33 por ciento.
Ello podría reducir la temperatura promedio de las ciudades en unos 0.4 grados centígrados
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