Pesaba cien veces menos que el dinosaurio que ganó fama gracias al filme Jurassic Park. Vivió hace 125 millones de años.
El temible Tiranosaurio Rex, que Steven Spielberg lanzó a la fama en la película Jurassic Park, vuelve a ser noticia. En China descubrieron un esqueleto fosilizado, de unos 125 millones de años de antigüedad, que es su ancestro y, además, una copia perfecta pero en versión mini. El nuevo T-Rex, bautizado como Raptorex kriegsteini, medía tres metros de largo, pesaba unos 60 kilos y su porte era casi 100 veces más pequeño que el famoso rey de los dinosaurios.
Sorprende porque su estructura era casi idéntica -incluso sus escuálidos brazos- y poseía todos los rasgos que convirtieron al T-Rex (que vivió de 90 a 65 millones de años antes de nuestra era) en un predador tan exitoso. Paul Sereno, paleontólogo de la Universidad de Chicago, Illinois, principal coautor del estudio publicado ayer en la revista Science, lo definió sin rodeos: "Era fauces sobre piernas". "Tenemos un animal que es una centésima del tamaño del T-Rex pero con todos los rasgos característicos -cabeza grande, músculos fuertes, brazos pequeños- que se pensaba que eran adaptaciones necesarias paraun predador de gran tamaño", agregó Stephen Brusatte, del Museo de Historia Natural de Estados Unidos, coautor del estudio.
El fósil del Raptorex revela que los pequeños brazos evolucionaron de esa forma no para ayudar al tiranosaurio a compensar su peso general sino a cambio de una mayor agilidad y velocidad. Los potentes músculos de las patas traseras le sirvieron al T-Rex para cazar a su presa mientras que las patas delanteras, más pequeñas, le permitieron mantenerse erguido y atacar con sus mortíferas fauces.
"Es probable que el T-Rex haya llegado a su colosal tamaño (15 metros de largo, 4 toneladas de peso) porque otros predadores se extinguieron", estimó Sereno. Antes de la aparición del T-Rex, el dinosaurio carnívoro más grande era el Allosaurio, que medía 12 metros de largo y vivió hace 150 millones de años en Africa, China y Norteamérica, antes de extinguirse y dejar tal vez el camino libre a los tiranosaurios.
El increíblemente bien preservado fósil de Raptorex casi se pierde para la ciencia. Fue desenterrado ilegalmente y sacado de China para ser vendido en el mercado privado. Un cirujano estadounidense, Henry Kriegstein, fanático de los dinos, reconoció su potencial valor y lo compró. Luego contactó a Sereno, quien aceptó analizarlo si Kriegstein lo devolvía a China cuando se completara el trabajo. El nombre completo de Raptorex kriegsteini, entonces, es en honor a Kriegstein.
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