En Europa se encontraron vestigios de este polímero gomoso durante una excavación en Alemania, el cual está hecho de brea o pez de abedul.
El chicle provine de la savia del árbol Manilkara Zapota originario de México, América Central y del Sur.
La goma de mascar se ha convertido en una golosina común en las personas, el masticar chicle puede traer varios beneficios, entre ellos activar la digestión, reducir el apetito, quemar calorías, y limpiar la boca, publica Vitónica.
En Europa se tienen registros de la existencia del chicle desde hace más de 5 mil años, cuando una arqueóloga finlandesa encontró una goma de mascar en su país natal, con marcas de dientes de un hombre perteneciente al periodo neolítico, reporta el diario 20minutos. Este polímero gomoso está compuesto de la brea de corteza de abedul, añadió Sólo Ciencia.
Sin embargo, Finlandia ya no es el país que presume tener la goma de mascar más vieja, en Alemania acaban de descubrir un chicle con una antigüedad de 7 mil años. El hallazgo tuvo lugar durante las excavaciones realizadas para ampliar el aeropuerto de Leipzing-Halle.
El Universal reportó que la composición de este polímero puede ser de brea o pez de abedul, el cual pudo haber sido utilizado como pegamento para pegar la punta de las flechas.
Consumir chicles en grandes cantidades, puede resultar perjudicar y desencadenar problemas de salud como diarrea o pérdida de peso. Estudios realizados por científicos alemanes, encontraron que los componente que se utilizan para darle sabor y color a la goma de mascar, pueden resultar dañinos, publicó El Mundo.
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