El calentamiento global de la tierra es irreversible y continuará durante décadas, quizás durante siglos, aunque hoy se cerraran todos los grifos de las emisiones a la atmósfera de los gases de efecto invernadero que provocan el efecto invernadero.
Así lo mantiene el catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla-La Mancha, José Manuel Moreno, coordinador del grupo de científicos que elabora el capítulo sobre los efectos del calentamiento en Europa, dentro del Grupo Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés), cuyas conclusiones se conocerán este año.
En declaraciones a Efe, Moreno insistió sin embargo en que el mensaje 'debe ser positivo' y la comunidad internacional no puede dar la batalla contra ese fenómeno por perdida, ya que los efectos y el impacto del cambio climático no serán los mismos si la temperatura sube 0,5 grados que si lo hace 3.
Los efectos más severos del cambio climático los sufrirán los países más pobres y los colectivos más desfavorecidos
El ecólogo advirtió de que los efectos más severos del cambio climático los sufrirán los países más pobres y los colectivos más desfavorecidos, pero observó que las evidencias científicas apuntan también a que esos efectos son ya patentes en Europa y que, por ejemplo, la ola de calor del verano de 2003 provocó un número de muertes que excedió en unas 35.000 a lo habitual.
A su juicio, las sociedades europeas debieron ya entonces estar preparadas para prevenir aquello, y lamentó que se desoyeran los mensajes que la comunidad científica viene lanzando desde hace años y que los políticos despachen 'graciosamente' las advertencias de los organismos internacionales.
Explicó que los océanos acumulan ya calor para provocar un aumento de la temperatura media de la tierra de 0,6 grados, y que la tecnología disponible 'no se puede cambiar de un día para otro', por lo que concluyó que 'el cambio climático está aquí y va a continuar, pero irá a peor si no actuamos'.
José Manuel Moreno insistió en que algunos cambios son inevitables 'y hay que prepararse para ellos', y precisó que las investigaciones apuntan que la temperatura normal de los veranos al final del siglo será la misma que se produjo en 2003, pero que además se producirán anomalías extremas con temperaturas muy superiores a las de aquel año.
Se mostró convencido de que la publicación a lo largo del presente año de los trabajos del IPCC servirá para marcar un cambio de tendencia en la concienciación social respecto a este problema y la voluntad política de combatirlo.
El catedrático de Ecología destacó la 'enorme repercusión' que han tenido los informes anteriores del IPCC, y lo atribuyó al 'rigor, la transparencia y el escrutinio' al que se someten todos los trabajos, en los que participan unos 2.500 científicos de todo el mundo.
Según Moreno, los informes del IPCC constituyen 'la mejor herramienta' para evitar que los políticos 'miren hacia otro sitio', y dijo que, como los anteriores, el cuarto informe de este grupo internacional será 'un hito' que podría además motivar un cambio de la percepción que se tiene de este problema global en países como Estados Unidos.
Se refirió además al último informe de la Comisión Europea sobre el sector energético, que señala que la energía nuclear puede ser una de las soluciones para combatir el cambio climático y reducir la dependencia energética de la UE.
Moreno abogó por dinamizar e impulsar todas las energías renovables, y dijo que son los tecnólogos y los científicos especialistas en materia nuclear los que tienen que convencer a los ciudadanos 'con argumentos sólidos' de que esta energía no conlleva riesgos y de que los residuos que genera se van a manejar 'adecuadamente'.
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